Aunque el turismo y el deporte
son conceptos diferentes, se encuentra una relación entre ambos. De acuerdo con
Latiesa y Paniza (2006), el Comité Olímpico Internacional (COI) y la
Organización Mundial de Turismo (OMT) suscribieron un acuerdo de cooperación a
finales del año 1999, en el cual ambas instituciones declaran de manera
explícita la importante relación que existe entre el turismo y el deporte.
No
se conoce con exactitud una fecha de los primeros desplazamientos generados por
el hombre, donde la motivación esencial era el deporte; sin embargo, se cuenta
con algunos métodos para averiguar los comienzos de esta actividad. Por
ejemplo, Blanchard y Chesca (1986, citado en Rodríguez, 2000) recopilan
abundante información escrita sobre pueblos primitivos del siglo pasado y de
este siglo, y de ahí sacan sus propias conclusiones. Siguiendo este método es
posible encontrar algunos de los desplazamientos deportivos realizados con
anterioridad. Asimismo, la relación entre turismo y deporte se vuelve más
estrecha cuando se habla de ocio, tal como lo mencionan Lisbona, et al.,
(2008), ambos sistemas, deportivo y turístico, son actividades destacadas en
las prácticas de ocio de la población contemporánea. De hecho, ambas recogen la
multiplicidad de dimensiones del ocio. la definición de turismo y el tema de
las justas atléticas realizadas en la Antigua Grecia, se puede decir que la principal
motivación de las personas que asistían a estos eventos deportivos era para
presenciarlos o participar en ellos. Con base en esto, Weed y Bull (2004)
comentan que el turismo deportivo es un derivado de la interacción de la
actividad, gente y lugar, lo cual abre un panorama de relaciones entre los
visitantes. Éstos pueden ser espectadores, atletas, oficiales y dignatarios
participantes en los eventos deportivos. Sin embargo, deja de lado las
motivaciones que tienen los visitantes por tratar de presenciar o protagonizar
un evento deportivo.
El turismo deportivo tiene varios tipos de motivaciones,
ya que según Latiesa y Paniza (2006), la finalidad del turista es dedicar parte
de su tiempo vacacional a alguna actividad física, pero no es la función principal
de éste, sino un complemento deportivo de la oferta turística. Sin embargo, el
turista no tiene prevista con anterioridad la práctica de algún deporte, ni la
oferta deportiva interviene en su elección del destino turístico. Hay dos tipos de turistas involucrados en el
turismo deportivo: turistas deportivos activos, quienes realizan actividades
deportivas en sus vacaciones y turistas deportivos pasivos, los cuales sólo se
limitan a presenciar o participar de una forma casual en los deportes. En la actualidad
la diversificación de la actividad turística es una alternativa de muchos
países del mundo para dar a su modelo turístico un nuevo sentido. Turismo
deportivo “pasivo” podemos referirnos por ejemplo a los viajes que realizan los
aficionados de algún club de fútbol para presenciar un partido fuera de casa.
Todos los grandes eventos arrastran multitud de personas consigo y son una
fuente de ingresos considerable para el sector turístico. El turismo deportivo
“activo”. En este caso, uno de los objetivos principales del turista sería la
búsqueda turismo deportivo de practicar deporte. Un ejemplo claro lo
encontramos con aquel turismo motivado por la búsqueda de aventura.
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